Digan lo que digan, vivimos en la era de lo físico. Todo lo que agrada entra por los ojos y es más fácil de entender. No sé si será justo o no, solo sé que es lo que hay, y con esto tenemos que convivir. Y es que suena muy bonito decir que la belleza está en el interior, que el corazón bonito es el que gana siempre, o cosas de este tipo. A la hora de la verdad, la gente agradecida, aunque no está cualificada, es la que se gana el puesto. El mejor ejemplo lo tenemos en la televisión.
Me canso de escuchar temas de inclusión, de la dictadura de la belleza, de los cánones que nos imponen, pero a la hora de la verdad…presentadores y presentadoras de 10. Solo hay que poner Lasexta para comprobarlo. Entonces, ¿de qué me estás hablando? Pues esto es lo que hay. Y hay una frase célebre que dice que si no puedes con tu enemigo, únete a él. En este caso, no es fácil tener algo que la naturaleza no te ha dado, pero como Dios aprieta pero no ahoga, tenemos muchos avances y tratamientos para recuperar la belleza. Hoy os quiero hablar de cinco tratamientos que nos van a ayudar a encontrar nuestro sitio en la sociedad. Y qué significa esto, pues que vamos a encontrar trabajo de una manera más sencilla y no dudes de que en el apartado del amor también nos va a ir mucho mejor.
Tratamientos de belleza
Es el más clásico pero es el que no puede faltar. SI queremos recuperar belleza tenemos que ir a la raíz. Por eso te recomiendo el realizar tratamientos faciales, corporales, capilares y de cuidado de la piel. Todos esto te pueden ayudar a mejorar la apariencia física y aumentar la confianza en uno mismo, lo que a su vez puede atraer a parejas o mejores trabajos. Como te decíamos, la imagen entra por los ojos. Y entonces el primer paso ya lo tenemos dado. Es como si abriéramos la primera puerta de la empresa donde vamos sin tener que llamar. Con un físico poco apreciado, tendremos que llamar y veremos si nos abren o no. Por cierto, no dudes en ponerte pelo, no dudes en hacerte algún retoque, porque eso al final es ganar calidad de vida. No pienses en el qué dirán.
Cambio de look
Si no eres de los atrevidos que quieren pasar por un quirófano o irse a Turquía a ponerse pelo, te voy a recomendar algo más sencillo, pero que también es efectivo. Un cambio de look. En este caso puede ser un peinado, color de cabello, corte de pelo o estilo de vestir, ya que todo esto puede ayudar a renovar la imagen personal y sentirse más atractivo lo que puede mejorar la autoestima y la seguridad. Otra vez hemos dado el paso necesario para poder llegar a nuestra meta.
Una sonrisa nueva
Y si quieres ya poner la guinda a este cambio de look, mi recomendación es que te pongas en manos de una clínica dentista que te ponga una sonrisa nueva. Es el momento de dientes dientes y de que el resto se dé cuenta de que eres feliz. Para ello, ahora mismo hay tratamientos de Estética Dental y de Ortodoncia que están recomendados para cualquier paciente que presente una salud bucodental adecuada. La idea es tener unos dientes más blancos que la camiseta del Real Madrid. Para ello, desde Clínicas Mileme nos recomiendan diferentes tipos de blanqueamientos, uno incluso con LED, carillas dentales o un contorneado estético de dientes y encías, que es maravilloso.
Ejercicio y alimentación saludable
Y después de ponernos guapos, nos ponemos en forma. Es obligatorio mantener un estilo de vida activo. Por eso, está claro que hay que hacer ejercicio regularmente y llevar una alimentación equilibrada y saludable. Así nos vamos a sentir tanto física como mentalmente, bien. Ya sabes eso de que mens sana in corpore sano. Todo esto puede influir positivamente en la atracción de parejas y en que nos llamen para más trabajos. Os lo prometo.
Desarrollo personal
También te voy a recomendar el realizar cursos de formación, asistir a talleres de autoayuda o trabajar en mejorar habilidades sociales y comunicativas. ¿Por qué? Pues porque son formas de potenciar el crecimiento personal y profesional. Si todo estos ingredientes lo metemos en una coctelera, vamos a tener como resultado una mejor vida enfocada a lo sentimental, pero también a lo profesional.
