Estudiar y prepararse las oposiciones es un momento decisivo en la vida de muchas personas. Por supuesto, es una opción individual, la de hacerse funcionario. Pero en ese periodo te juegas el destino profesional del resto de tu vida.
Aunque tenemos la imagen del opositor como la de un individuo solitario, encerrado en su habitación, concentrado en alcanzar su meta, lo cierto es que durante el estudio requerirá la ayuda y apoyo de otros. Por esta razón he querido publicar este artículo en la sección de servicios.
Según la Cadena COPE, dos de cada diez españoles en edad de trabajar se preparan oposiciones. Estamos hablando de 6,7 millones de opositores cada año. No es un dato anecdótico. De sobra sabemos que las plazas ofertadas para ser funcionario son limitadas, y que solo entran aquellos que ocupan el número de puestos convocados, por orden de calificación. Por esta razón, las oposiciones tal vez sea uno de los exámenes más exigentes a los que te has presentado en tu vida.
Para que tu estudio consiga su fin, aquí te dejo 7 consejos que pueden resultarte de ayuda.
Define un plan de estudio realista.
El problema de las oposiciones es que no solemos saber cuántas plazas se convocan, cuando va a salir la convocatoria y dónde se convocan.
Siempre hay rumores, y colectivos que más o menos están informados: sindicatos, academias de opositores, algunos colectivos profesionales. Debemos contactar con ellos para tener datos de referencia.
A partir de ahí hay que preguntarse: ¿tengo tiempo material para presentarme en condiciones a la siguiente convocatoria?, ¿hay más convocatorias posteriores a la vista? Desde las condiciones laborales y familiares en las que me encuentro, ¿puedo dedicarle las horas necesarias al estudio?
La planificación es un punto cero. Un asunto básico. Tanto es así, que muchos opositores no aprueban la oposición, precisamente por no haber partido de una planificación realista.
Con la mirada puesta en una fecha, real o aproximada, debemos partir de cuantos temas componen el temario, de su complejidad. Y desde ahí fijarnos un calendario de estudio para estar preparados en la fecha fijada. Y desde luego, posteriormente cumplirlo.
Busca una buena academia o preparador.
Aunque hay muchas personas que deciden prepararse las oposiciones por su cuenta, matricularse en una academia o contratar un preparador es una de las mejores inversiones que puedes hacer para aprobar las oposiciones.
Así opina Adrián, un joven que acaba de aprobar unas oposiciones a profesor de historia de secundaria en Castilla y León. Adrián se preparó las oposiciones con A Tu Medida Oposiciones, una academia online que se caracteriza por su método adaptado a las condiciones del estudiante. Según Adrián, asistir a la academia, aunque en su caso fuera online, le permitió mantener un ritmo de estudio constante, algo, que a pesar de que él se sacó la carrera de Historia, es lo que más le preocupaba.
Por otro lado, las academias proporcionan el temario al estudiante y algunas de ellas los elaboran partiendo de su experiencia y de su conocimiento sobre convocatorias anteriores. Un material, que de otra manera, el estudiante debe buscárselo por su cuenta.
Establece una rutina de estudio diaria.
Prepararse unas oposiciones es un trabajo. Debes fijarte un horario de estudio y cumplirlo todos los días. No es como ir al instituto, ni tan siquiera como estudiar en la universidad. No funciona aquello de estudio cuando me apetece y me pego el panzón del siglo los 15 últimos días antes del examen. Ese planteamiento solo augura fracaso. Aunque las oposiciones a las que te presentes sean de un nivel inferior a tu nivel académico, debes ser constante en el estudio.
Hay algunas personas que se preparan oposiciones mientras trabajan. Esto supone un esfuerzo extra. Se deben tomar la preparación de la oposición como si fuera un segundo trabajo. Es el caso de Pilar, una profesora de secundaria de matemáticas que aprobó la oposición mientras trabajaba de interina en un instituto.
Todas las tardes cuando llegaba a casa se ponía a estudiar. Estudiaba de 5 a 10 y los fines de semana, le dedicaba 8 horas cada día al estudio. Así logró obtener plaza.
Practica con exámenes y simulacros reales.
Esta es una metodología que utilizan muchas academias. Aunque decidas prepararte por libre, debes saber que buscando por internet puedes encontrar exámenes publicados de convocatorias anteriores.
Además de estudiarse el temario, es fundamental adaptarse a la dinámica de los exámenes. Especialmente en oposiciones como las de enseñanza, donde además de desarrollar un tema por escrito, debes resolver un caso práctico y presentar de manera oral una programación didáctica.
Son varias las oposiciones que tienen incluida la prueba oral, no solo las de enseñanza. A esta prueba suelen tener acceso los que han pasado la primera criba, la del examen escrito. Precisamente hablar ante un tribunal es una de las cosas que más atemoriza a los opositores. Por lo que ir bien preparado desde casa es clave para superarla.
Estudiar con simulacros y exámenes anteriores permite ir dominando el proceso concreto de la oposición. Le ayuda al estudiante a detectar sus puntos débiles e ir corrigiéndolos poco a poco. A medida que va alcanzando soltura, adquiere seguridad y mejora su autoestima. Lo cual se convierte en un incentivo que le anima a continuar estudiando.
Cuida tu salud.
El opositor debe cuidar su salud física y mental. Este es un punto en el que hace especial hincapié El Blog del Alumno, editado por la Fundación Adams, de apoyo a los estudiantes.
La preparación de unas oposiciones es un trabajo intelectual que produce un gran desgaste. Principalmente, porque es una preparación a medio plazo, no es inmediata. Por otro lado, tiene un nivel de exigencia alto, te la juegas a una carta. Lo que puede generar unos niveles de estrés y de ansiedad, que el opositor debe aprender a controlar.
Es fundamental la alimentación y el descanso. El estudiante debe priorizar una alimentación saludable, rica en frutas, verduras y proteínas, y evitar la ingesta de alimentos procesados. Al mismo tiempo, debe mantener una rutina de entre 7 y 9 horas de sueño diario, generalmente a la misma hora.
Para mantener el ritmo de estudio es interesante cumplir periodos de descanso, que permitan desconectar por un momento. Como puede ser descansar 20 minutos cada dos horas.
Debe, como no, practicar ejercicio físico. Estar todo el día encerrado en la habitación estudiando no es bueno para su salud física, ni mental. Salir a caminar o correr todos los días, una hora, al aire libre, le va a resultar beneficioso para concentrarse en el estudio.
Repasa cada cierto tiempo.
Al mismo tiempo que se avanza en el estudio del temario, es importante repasar los temas anteriores cada cierto tiempo, con la intención de asentar los conocimientos.
El repaso debe estar integrado dentro de la rutina de estudio. Por ejemplo, si el estudiante se dedica en exclusiva a prepararse las oposiciones, fijar un día a la semana a repasar es una buena costumbre para mantener frescos los conocimientos adquiridos.
En uno de los puntos anteriores hemos hablado de trabajar con simulacros y exámenes reales. Cogerse un tiempo a repasar antes de completar los simulacros es una buena manera de cogerse el repaso como hábito.
Esta forma de estudiar entronca más con los hábitos de estudio de los que procede el opositor. Sobre todo si recientemente ha terminado una carrera. Después de todo es así como estudiaba en la universidad. Se preparaba para superar un examen que tenía en breve.
A medida que se aproxima la fecha de la oposición, el repaso del temario pasa a ocupar la mayor parte del tiempo. Si ya estamos acostumbrados a repasar, nos costará menos. De lo contrario, si lo hemos ido dejando, tenemos que volver a estudiar de nuevo los temas más antiguos.
Rodéate de un grupo de apoyo.
No nos vamos a engañar. La preparación de las oposiciones es un proceso largo y duro. En todo ese tiempo, el estudiante puede ser que pase por momentos donde se cuestione lo que está haciendo. Que piense que tanto esfuerzo no va a servir para nada, puesto que lo más probable es que no apruebe la oposición. Estas son ideas que en un momento u otro han pasado por la cabeza de la mayoría de los opositores.
Por esta razón, contar con un grupo de apoyo es fundamental. No se trata de tener gente a tu lado que te vaya alentando, como si subieras el Tourmalet, pero sí saber que tienes cerca a alguien con quien hablar, cuando paras a descansar o al que puedas contar tus dudas y vacilaciones.
El apoyo puede provenir de diferentes fuentes. Una de ellas, por supuesto, es la familia y los amigos. Con los que no vale la pena romper la conexión, por muy dura que sea la oposición que estás preparando. Otra fuente son tus compañeros de academia, puesto que son personas que atraviesan por el mismo proceso que tú, y personas que conozcas que están opositando.
Si partes de estos consejos, la oposición te resultará menos dura.




