Cuando trabajas para alguien, ya sea para una persona o para una empresa, hay que tener muchísimo cuidado en el momento en el que se toman ciertas acciones en las que tu contrato de trabajo se vea involucrado. Discriminación, explotación, mobbing, incumplimiento de las normas de seguridad o no respetar los turnos y salarios, son solo algunas de las infracciones que un empresario puede acometer contra uno o varios trabajadores. Por supuesto, todo eso acarrea una serie de consecuencias para dicho empresario y una compensación justa para los empleados, el problema está cuando nadie dice nada por miedo a ser despedido.
¿Qué es un despido improcedente?
Un despido improcedente es una categoría legal que se aplica cuando un empresario termina el contrato de trabajo de un empleado sin justa causa o sin seguir el procedimiento legalmente establecido. La definición y las consecuencias de un despido improcedente pueden variar según la legislación laboral de cada país, pero generalmente este concepto se refiere a situaciones en las que el despido no se ajusta a las razones válidas para terminar un contrato de trabajo según lo definido por la ley, o cuando el empleador no cumple con el procedimiento legal requerido para el despido.
Recuerda que las razones válidas para que un despido sea legal, divididas en tres apartados, son las siguientes:
Rendimiento laboral:
- Bajo rendimiento: cuando el empleado no cumple con los estándares de rendimiento esperados o acordados, a pesar de haber recibido la formación adecuada y oportunidades para mejorar.
- Incapacidad para realizar las tareas asignadas: esto puede deberse a la falta de habilidades o competencias necesarias, incluso después de la formación y el apoyo proporcionado por el empresario.
Conducta del empleado:
- Violaciones graves de las políticas de la empresa: esto incluye incumplimientos de las normas internas de la empresa, como el código de conducta, políticas de seguridad, etc.
- Faltas disciplinarias: tales como el hurto, la violencia en el lugar de trabajo, el acoso sexual o cualquier otra forma de comportamiento inaceptable.
- Desobediencia o insubordinación: cuando el empleado se niega a seguir las instrucciones legítimas de sus superiores sin una justificación válida.
- Absentismo laboral: la ausencia frecuente y sin justificación del lugar de trabajo puede ser motivo de despido.
Razones económicas, organizativas o de producción:
- Reducción de personal: esto puede ocurrir cuando la empresa necesita reducir gastos debido a dificultades económicas, lo que puede incluir la eliminación de puestos de trabajo.
- Cierre de la empresa o de parte de sus operaciones: si la empresa cierra completamente o cierra parte de sus operaciones, esto puede justificar el despido de los empleados afectados.
- Reestructuración organizativa: cambios en la estructura de la empresa que resultan en la eliminación de ciertos puestos de trabajo.
Es importante señalar que, incluso cuando existen razones válidas para el despido, los empleadores deben seguir el procedimiento legalmente establecido para llevarlo a cabo. Esto suele incluir proporcionar al empleado un aviso previo, ofrecer una explicación clara de las razones del despido y, en algunos casos, pagar una indemnización.
Si un empresario decide terminar un contrato de trabajo por fuera de estas causas, o sin proporcionar la evidencia adecuada para justificar el despido según lo exige la ley, el despido podría ser considerado improcedente.
En caso de ser despedido de forma injusta, ¿qué debemos hacer?
Si crees que has sido despedido de forma injusta, es importante tomar medidas para proteger tus derechos y buscar un recurso adecuado:
- Reúne documentación y evidencia: recopila cualquier documento relevante relacionado con tu empleo, como contratos de trabajo, correos electrónicos, evaluaciones de rendimiento, cartas de advertencia, etc. Registra cualquier incidente relevante, como acoso, discriminación o violaciones de tus derechos laborales.
- Comprende tus derechos: investiga tus derechos laborales según la legislación local y cualquier acuerdo colectivo aplicable. Los profesionales de Trámites Fáciles Santander recomiendan consultar con un abogado especializado en derecho laboral para comprender tus opciones y derechos específicos en tu situación.
- Considera la posibilidad de dialogar con tu empleador: si te sientes cómodo haciéndolo, intenta discutir el asunto con tu jefe para resolverlo de manera amistosa. A veces, las disputas pueden resolverse a través de la comunicación directa.
- Presenta una queja interna: si tu empresa tiene un procedimiento formal para presentar quejas, síguelo. Esto puede implicar presentar una queja ante recursos humanos o la dirección de la empresa.
- Presenta una reclamación ante una agencia gubernamental o tribunal laboral: si no puedes resolver la disputa de manera interna, puedes presentar una reclamación ante una agencia gubernamental, como el departamento de trabajo, o iniciar una acción legal en un tribunal laboral. Prepara tu caso presentando la documentación y evidencia recopilada, y asegúrate de cumplir con los plazos y requisitos legales para presentar la reclamación.
- Considera la posibilidad de buscar asesoramiento sindical: si eres miembro de un sindicato, busca asesoramiento y apoyo de tu sindicato.
- Evalúa tus opciones de compensación: dependiendo de las circunstancias de tu despido injusto, es posible que tengas derecho a una compensación, que puede incluir el pago de salarios atrasados, una indemnización por despido injusto, reinstalación en el puesto de trabajo, etc.